Somos familiares cuidadores, somos sobrevivientes, somos voluntarios. Ninguno de nosotros es culpable del cáncer pero todos nos sentimos responsables de ayudar. Creemos que cada paciente y cada familia enfrentando al cáncer debe de tener la mejor oportunidad posible.
Desde agosto de 1999 hemos procurado respaldar nuestro esfuerzo con el trabajo de voluntarios y prestadores de servicio social, manteniendo al mínimo el gasto en sueldos y salarios.
Como norma todos los involucrados nos especializamos en el área en la que aplicamos nuestro esfuerzo, porque consideramos que la bondad o la intención de ayudar no son suficientes.
Tenemos la firma convicción de que todos los miembros de la sociedad podemos y debemos involucrarnos en ayudar, siempre y cuando nadie obtenga un beneficio personal por hacerse parte de nuestro esfuerzo.